En estos momentos todo tipo de empresas, organizaciones y evidentemente la propia administración pública se encuentran con un reto claro de afrontar a corto y medio plazo la denominada “Transformación Digital”. En estos momentos estamos viendo como estas organizaciones están pensando y pasando de modelos de negocio tradicionales a modelos de negocio digitales, pero en este proceso de transformación nos encontramos que las personas de estas organizaciones siguen con esquemas competenciales “tradicionales”

¿Cómo se puede variar el modelo de negocio cuando las personas que son las que lo sustentan no se transforman de la misma forma, tiempo y manera?

La Administración Pública aprobó en el Consejo de Ministros de 2 de octubre el Plan de Transformación Digital de la Administración General del Estado (AGE) y sus organismos públicos (Estrategia TIC 2015-2020). Este proyecto responde a las nuevas demandas de la sociedad, proporcionando información y servicios digitales en cualquier momento, en cualquier lugar y por diferentes canales, generando nuevas formas de relación con los ciudadanos, facilitando oportunidades de negocio e innovando en los servicios, aprovechando siempre las oportunidades que proporcionan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

A su vez las empresas llevan modelos de transformación evidentes, desde los modelos y canales de venta con el uso del Comercio Electrónico, la servitilización de los productos y procesos productivos en los proyectos de Manufactura 4.0, en el desarrollo de modelos de servicios digitales, la movilidad de herramientas y personas, la globalización de los mercados, etc En general la irrupción y expansión de la tecnología y de las herramientas tecnológicas sociales en el ámbito empresarial y organizacional hacen que la forma de pensar y de trabajar de las organizaciones cambie de forma inexorable, ya que las organizaciones se componen de “personas en continuo aprendizaje”.

Según investigaciones de Forbes en Don’t Be A Dodo: Adapt To The Digital Economy, de Septiembre 2015, nos indican el grado de madurez de la transformación digital de las empresas en USA.

  • Según el 90% de los Directores Generales consideran que la Economía Digital tendrá un impacto directo en su negocio.
  • Un 25% de las empresas tienen planificado desarrollar proyectos de transformación digital,
  • Y menos del 15% están ejecutando un plan de transformación digital.

Esto quiere decir que el camino no es corto, pero ya se ha comenzado y no tiene vuelta atrás.

Ante esto, tenemos que tener en cuenta que las organizaciones debemos de afrontar un proceso de transformación digital desde los cimientos. No pensemos que solo afecta a nuestro canal de venta o a nuestro proceso de fabricación o distribución, o al logístico.. en el fondo y donde principalmente va a afectar es a las “personas”.

Y con esta nueva era de Transformación Digital, ¿Dónde recibimos el primer impacto? El primer impacto lo recibimos en los departamentos o personas de las áreas de TI de estas organizaciones. Un cambio del modelo de negocio de una empresa hace que todos los procesos o sistema de gestión que deben de soportar el nuevo modelo deben de estar alineados a esta transformación digital.

Hasta ahora hablamos de perfiles TIC como: Jefes de Proyecto, Analistas, Analistas Funcionales, Programadores, Ingenieros de Sistemas, Técnicos de Sistemas, Técnicos de Soporte etc etc.. y ahora nos encontramos que todos estos perfiles van a “necesitar” de una transformación competencial importante ya que ahora los nuevos perfiles profesionales van a estar enfocados a nuevos roles como indica ya Europa en su “European ICT Profiles”, algunos de ellos como: Business Analyst, Business Information Manager, Digital Media Specialist, ICT Consultant, Enterprise Architect, Project Manager, Service Manager… y dentro de cada con sus nivel de especificidad en función del negocio o actividad en cuestión,

¿Por dónde empezamos? Es evidente que una transformación de este estilo lleva en un primer momento a un cambio “cultural” clave en las organizaciones, ya no vale hacer lo mismo si queremos obtener otro resultado. Pongamos un ejemplo: habitualmente una persona del departamento de informática de un banco es la persona que más sabe sobre préstamos, leasing o cualquier producto financiero ya que debe de tener un conocimiento profundo para poder aplicar la tecnología y así ayudar al negocio.

¿Pero qué ocurre ahora con la entrada de la Banca Digital? ¿Tenemos nuestra gente preparada para aplicar el producto a internet o a los dispositivos móviles? ¿Sabemos cómo debemos alinear la tecnología con el negocio? ¿Podemos hacerlo?…

Es claro que el cambio está ahí y tenemos que tener en todas las organizaciones el perfil del CIO adecuado al nuevo negocio y el perfil de los Business Analyst que sean capaces de entender y alinear el nuevo negocio y la tecnología… ya no vale ir por detrás. tenemos que ir o por delante o al menos a su par, y para ello tenemos que analizar cómo, cuándo y de qué forma deben de adecuarse nuestros perfiles TIC a la transformación digital de los negocios.