La industria necesitarán de menos “manos/maquina” y de más “inteligencia/pantalla”

Esta frase que en estos momentos es tan actual y en boca de todos no es nada nuevo en la historia y en el devenir del ser humano. Desde la aparición de la raza humana podemos decir que las personas han ido evolucionando tanto físicamente como mentalmente en el desarrollo de tareas que pudieran por un lado reducir el cansancio físico y por lo tanto aumentar los niveles de descanso, y ese descanso tenga como consecuencia y por la propia forma de ser de la persona al desarrollo del trabajo mental.

La rueda se descubre para evitar el acarrear grandes pesos, y a la vez permitir a la persona transportar más mercancía más lejos y más rápidamente, apareciendo así un nuevo modelo de negocio denominado “el comercio”. Este nuevo modelo de negocio supuso la aparición de nuevos perfiles profesionales (conductor, vendedor, comprador, cargador, contable..). La historia se dice que cada vez lleva a ciclos de reinvención más cortos, y esto es claro ya que la persona ha pasado de estar muy ocupada en realizar trabajos y descansos físicos, a tener mucho más tiempo para el estudio y el descanso mental.

Pues bien, en estos momentos nos encontramos en un nuevo ciclo súper interesante, en el que el ser humano ha descubierto ciertas tecnologías que le van a permitir reducir aún más el trabajo físico, repetitivo y de bajo valor añadido. Ha llegado al Industria 4.0 donde las maquinas estarán al servicio de las personas y no las personas al servicio de las máquinas que es lo que en estos momentos sucede, según Michael Heinz, miembro del consejo ejecutivo de la empresa química BASF para Europa, quien recordó que hace unas décadas se contrataba a mucho personal porque se necesitaba en planta.

“Había muchos oficios, eran tareas más sencillas, pero el futuro va a requerir de nuevas capacidades, gente que sepa hacer muchas más cosas, con más preparación, todo será mucho más sofisticado”.

Lo que es evidente es que esta Industria 4.0 ya ha irrumpido, y como todo buen arquitecto y gestor tenemos que ver que es lo que necesitamos para que el proyecto sea un éxito. Los medios técnicos existen o se están desarrollando, la convicción empresarial es clara, la cooperación público – privada parece que se está llevando a cabo, los medios económicos se estás empezando a poner sobre las mesas…ya en Euskadi se cuentan con espacios laboratorio de gran nivel de Industria 40, como el Deusto FabLab de la Universidad de Deusto (homologado por la MIT),   pero ¿qué es lo que parece que va más lento? , la respuesta es la de siempre:  la capacitación de las personas para adecuarlas a las nuevas necesidades, ¿tenemos la gente adecuada para nuestras necesidades próximas y futuras? La realidad es que la respuesta a día de hoy es “NO”.

Según Hans J. Langer, fundador y consejero delegado de EOS, una empresa pionera en soluciones médicas y de óptica.»Las empresas del futuro no serán las clásicas, serán de fabricación avanzada, para las que se necesitarán menos manos y más cerebro«.

Esta afirmación creo que la tenemos todos muy clara, pero haría una apreciación no es que necesiten menos manos, sino menos manos/maquina, ya que el nivel de cualificación va a cambiar y va a suponer un reto muy importante tanto para todos los sistemas educativos como para los sistemas de formación continua y aprendizaje a lo largo de la vida.

Suponeros una planta de fabricación sin máquinas de troquel o de fresa ¿Cómo se organiza? ¿Cómo se trabaja? ¿Qué pasa con los turnos?…  ¿Qué formación van a necesitar nuestros trabajadores para nuestra nueva planta? Ahí está el verdadero reto del mundo empresarial en el que tenemos que poner especial énfasis en definir las competencias actuales de nuestra gente, las competencias futuras que deberá de tener (que aún no conocemos) y como debemos de cubrir este gap (formación, entrenamiento, nuevas contrataciones, cambios de puestos etc..)