El perfil de las personas trabajadoras está cambiando de forma imparable, y las expectativas que tienen del aprendizaje son cada vez más altas, queriendo consumir contenidos de distintas fuentes de forma rápida y fácil, y después de calificarlo, compartirlo con otras personas.

Pero también las personas gestoras del aprendizaje deben de amoldarse a estos nuevos tiempos, ya no “solo” vale hacer un diagnóstico, diseñar un plan de formación organizar cursos presenciales y montar una plataforma elearning. El administrar el aprendizaje formal e informal es una realidad, y todo el modelo de aprendizaje debe de demostrar que aporta valor al negocio y no es un centro de coste, desde sesiones de mentoring, coaching, vídeos, publicaciones en el blog etc.. Todo debe de estar enfocado a la estrategia del negocio y en el desarrollo de las personas.

Dentro de este enfoque, DLX se puede considerar como “una capa superior a la plataforma de formación presencial u online que permita crear una experiencia centrada en el alumnado”.  Las organizaciones deben estar dispuestas a analizar todo el proceso de aprendizaje y rediseñar la forma en que las personas interactuan con el contenido. Un buen diseño de interfaz es parte de él, pero DLX implica más que solo una buena experiencia visual. También significa comprender la motivación y el comportamiento del alumnado tanto como la estructura de su sitio.

El desafío DLX es equilibrar entre el contenido, todo lo que la organización quiere incluir en la plataforma de aprendizaje, y la «experiencia», o tradicionalmente llamamos “diseño” que el alumnado vive en esta plataforma. El énfasis debe estar en la X de experiencia. Obtener el equilibrio entre los dos ámbitos es lo más importante. No es solo tener un portal bonito con contenidos “curados”, sino que debemos de ofrecer contenidos estratégicos acordes a los learning path de desarrollo de las personas sobre un encaje de diseño atractivo y autogestionable que responda a las motivaciones de cada de las personas que accede.  Es decir, ni el diseño lo es todo, ni tampoco tener el mejor contenido.

Debemos de valorar el comenzar un proyecto DLX, pero tenemos que ser “ágiles”, aprovechemos lo que tengamos y construyamos sobre lo que ya tenemos, aportemos valor a negocio con pequeñas mejorar que muchas veces podemos hacer sobre nuestras plataformas LMS, construyendo un “Front”, aprovechando la intranet o internet y los APIs de nuestro LMS.

Estos proyectos no se acometen “porque si”, sino que serán respuesta a una serie de retos y desafíos que nos pone el negocio. En mi próximo “post”, hablaremos de este tema.